jueves, 6 de noviembre de 2008

Las libélulas de mi jardín saben latín


La primera vez que vi florecer los rododendros de mi vecina me cogí un cabreo de la hostia. Con lo cretina que es la tía, con lo mal que huele su casa, con lo calzonazos y tontolculo que es el marido, ¿cómo es posible que los rododendros no se le sequen de una puta vez?. Algo les tiene que hacer, me dice Carmela, que también piensa que la vecina no se merece un exitazo de ese calibre. Luego vas a la tienda de Sammy y te encuentras a todo cristo hablando de los putos rododendros. Yo no lo soporto. Por eso, en cuanto compro tres lonchas de salami, una mandarina y catorce barras de pan, me marcho de allí cagando hostias para evitar que me den la vara con ese tema tan insoportable. La próxima vez que oiga hablar de los rododendros me voy a liar a hostias y el barrio se va a enterar de quien es el colega de la Carmela.

Menos mal que puedo presumir de libélulas, que si no era como para coger una depre de puta madre. Y que conste que a mi las depres me las paso por donde no todos saben. Nadie tiene unas libélulas en su jardín como yo. Vistosas, llenas de colorines, más alegres que El Puma, dispuestas a todo por un servidor, algo mariconas y amables que no veas. Cada vez que viene alguien a verme, aunque no venga nadie, se le echan encima, se le meten por los agujeros corporales, le cantan saetas mucho mejores que esos petardos de Sevilla y a los que van vestidos con chalecos antibalas, que quitan bastante el frío y molan un huevo, les recitan los poemas de Virgilio en auténtico latín de Herculano. Hay dos que sólo recitan a Juvenal, porque son muy suyas. Pero a éstas les voy a dar dos hostias y que se vayan a dar el coñazo a los rododendros de la vecina. He dicho

4 comentarios:

PENSADORA dijo...

JAJAJAJA!!!! De verdad, me dejas sin palabras.... jajajaaj!!!!

Fernando Manero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Don Segismundo de Valonsadero y Medinaceli dijo...

Pero qué superguapetona que eres, Pensadora, si me recuerdas a la nuera de Alfonsito Peralagua, que de tan guapa que era parecía la Venus de Alejandría saliendo de la biblioteca recién duchada¡¡¡¡¡¡¡¡

Merche Pallarés dijo...

¡Tendrías que ver MIS rododendros! Son los más bonitos del barrio por lo inexistentes... y las libélulas...¡ay! las libélulas creo que no he visto una en mi vida... Besotes, M.