jueves, 6 de noviembre de 2008

No permitas que las ronchas te estropeen el minué a medianoche

Me he encontrado esta tarde en el guarnicionero con una paisana de la sobrina nieta de Carmela que tiene un pedazo blog, que se llama "Al más puro estilo Bridget Jones". La hostia de superdiseño. No se atrevía a hablarme, porque todavia no me habia quitado la bufanda y el moquillo aparecía en mi apéndice nasal como estalactita monocromática. Cuando le he dicho que habia desayunado cangrejos al alioli, se ha animado la conversación y nos hemos puesto a cantar "Asturias, patria querida", que yo suelo entonar en do menor porque todo lo que venga de Albacete es que me chifla.

A lo que iba, la bloguera, que era guapa hasta decir soooooooooo, se me quejaba de que tenía unas ronchas perifaciales, que le iban a impedir bailar el minué en un baile organizado por la Asociación de Guadamacileros del Nervión, con sede en Calatorao. La hostia de preocupada estaba la buena moza, de la Finojosa. Joder, me dije sin recato alguno mientras me sacudía el moquillo con el periódico que tenía a la diestra mientras con la siniestra hacia la quiniela. No es posible que no pueda bailar el polisón con ese bellezón que tiene. Entonces, voy, y tras pedir permiso a la dueña de la guarnicionería, llamada Sonsi, de Sonsoles, le di el remedio que Carmela me recomienda para cuando me salen sabañones.

Mira, bloguera de organdí, le proferí, para quitarte las ronchas no hay como la berenjena a la vinagreta, bien rociada con cilantro y salsa de ajonjolí. Lo pones todo en la turmix o en el mortero. Luego enciendes la turmix o coges el palo del mortero pa machacar. Cuando esté todo bien machacao, lo tiras a la basura porque es una puta mierda y mientras ves como se mezcla con el resto de la basura, te preparas un bocata de chistorra con mejillones, bien regao con dos litros y cuarto de zumo de limón, y a las 23 horas las ronchas han desaparecido. Mano de santo, cielo. Esta noche o dentro de catorce días o cuando coño sea, vas a arrasar en el baile y a más de nueve se les van a poner los michelines en posición de firmes. Y si no, al tiempo

8 comentarios:

Thiago dijo...

Jjaja que fuerte lo tuyo, no? Estás jamao, lo sabes? pero lo bueno, es que d los jamaos salen estos post excepcionales, jaaj
Bezos

Kuki13 dijo...

Sabes?.. tu manera de expresarte se me hace familiar, jajajjaaja, en fin cosas mias, gracias por tu visita en mi blog, aunque yo ya me habia metido en este a investigar, jajajajaja. Un abrazo.
Curioso 100%, la palabra de verificacion "STIMEN" en catalán "QUIEREN" ¿Que quieren? jajajjaa.

Oteaba Auer dijo...

Juasssss....pues mira que igual que Kuki tu manera de escribir tambien me resulta familiar...¿será que esa vela que te quitabas con el periódico resulta común a todo bloguero viviente?
¿será que tienes un perro llamado Curro?
Me entusiasma su perfil...coincidimos en películas y otras aficiones...a saber..
Saludos

Merche Pallarés dijo...

Pues sí, ese combinado de bocata de chistorra con berberechos regado con el zumo de 20 limones deben de quitar las ronchas y ¡la vida! Muy bueno tu post me he reido un montón (cosa que me gusta mucho porque me mantiene jóven...). Besotes, M.

Atlántida dijo...

ja, ja, ja! Bueno me ha encantado enterarme que soy nieta sobrina de Carmela y que soy un bellezón!!

Por supuesto, cantar Asturias patria querida contigo ha sido lo mejor.

¡de lo que se entera una leyendo blogs!

Al final, no va a quedar más remedio que hacer caso de tu consejo y meterme entre pecho y espalda el bocata de mejillones porqué las ronchas siguen ahí más rojas que nunca.

PENSADORA dijo...

JAJAJAJA!!!! pues ala! tomaremos nota para porsi aparecen ronchas o sabañones (¿eso es un poco aragonés, no?).

Por cierto que como le ocurre a unos cuantos de por aquí, tu manera de escribir se me hace la mar de familiar... ¡AINS!

Teresa dijo...

A mi esto me recuerda a Alfonso Ussía y Mingote, con la Sonsi y la MariConchi...

Recalcitrante y espantosa Ofelia

Don Segismundo de Valonsadero y Medinaceli dijo...

Joder, Bipolar, qué cosas lees tu, al Ussia y al Mingote, dos carcas de puta madre y, sobre todo el primero, un tarao hasta decir basta. A ver si afinas más el olfato que te veo en desvarío