domingo, 21 de diciembre de 2008

Cuidado con la rifa de la Plaza de Colón el dia 28

Nunca sospecharía Rouco Varela que era espiado con mucho sigilo cuando pisaba con saña y mala uva los bellos nardos del Parque de Maria Luisa, pensando que así podría vengarse del dolor de tripas que le produjo el nardo en alcanfor que se zampó en el desayuno de su primera comunión. De ningún modo podía quedar impune ese maltrato a las plantas que tanto deleitaron a la Infanta Mercedes cuando daba sus saltitos de enamorada de la mano de Alfonsito XII y que, pasando los años, iban a embriagar aún más los sentidos enardecidos y voluptuosos de la Gran Duquesa de Alba que aprovechaba la floración de los nardos para lanzar sus gorgoritos a ver si algún incauto se dignaba ponerle el anillo de desposada. Al final lo consiguió y no vean ustedes la de juego que dio la señora a la manivela del buen vivir.


Y sería precisamente Cayetana, ya cuando demudó la faz cristalina en tez macilenta y churrigueresca, la que se enteró de las fechorías de Rouco Varela y lo mandó vigilar para tomar buena nota de la catadura del personaje y ponerlo en conocimiento de la autoridad competente cuando fuera menester. Y no tardó en aprovechar la ocasión para satisfacción de la Duquesa, que así se lo hizo saber a su nuevo novio, ese que con pinta de maletilla trata de dar el braguetazo del milenio ahora que a la chica de la melena tupida se le va la olla cantidad mientras no gana para disgustos cuando ve a sus vástagos jugarse las perras con Paco el Pocero y el Dioni en una tasca inmunda de Villaverde Bajo los sábados a las cinco de la madrugá. Así se le iban los caudales de la Casa, mientras el novio maletilla mostraba sus deseos de que quedase algo para cuando le tocase. Hasta los huevos estaba de los manirrotos hijos de la Duquesa, pero se aguantaba porque no tenía otros pitos que tocar.


Llegó su oportunidad. Una tarde de junio, el Rouco andaba de furtivo por el Parque a la caza del nardo cuando el maletilla lo divisó y en ese momento le lanzó el rotweiler de la Casa de Alba, que fue directo a la pantorrilla sin piedad alguna. No tuvo tiempo el Rouco de reaccionar y lo pasó jodido según cuenta en la sacristía de la parroquia de Galapagar, donde acudió tras el incidente para hacerse una cura de oportunidad, de esas que dejan huella.


Desde entonces anda que no sabe por dónde le da el aire ni la brisa marinera. Lo suyo es un cabreo monumental y un odio sempiterno a los “gorrillas” que aparcan coches en la Alameda de Hércules a los que atribuye lo del rotwailer de los cojones. Pedro Castro ha tratado de tranquilizarle con su habital diplomacia, pero no lo consigue. También lo intenta Pepe Bono, con baba incluida, tan habitual en él, pero nanay. Por eso ha recurrido en la desesperación al Kiko Argüello para que le monte unos saraos de puta madre en la Plaza de Colón de Madrid, y que no tienen nada que ver con la familia, ni con el municipio ni con el sindicato, sino con una rifa para sortear un viaje a Quintanar de la Orden a quien acierte de forma más precisa quién es el hijoputa que le embiscó al rotwailer y le dejó la pierna pal arrastre, impidiéndole en lo sucesivo maltratar a los nardos sevillanos, que están encantaos por la noticia. Hasta está dispuesto a invitar al Tardá pa que suelte el mitin y se cague en algo serio. Todo vale pal espectáculo


lunes, 1 de diciembre de 2008

Cuando me pisan los nardos me acuerdo de Rouco y sus pantuflas


No tenia ni idea de la afición de Rouco Varela a pisar los nardos del parque de Maria Luisa. Cada vez que va de incógnito a Sevilla bien para poner a parir al Betis, ponerse morao de manteca colorá o subirse a la Giralda para ver desde arriba lo grande y esbelto que era el alminar de la mezquita almohade que destruyeron sus cabestros ancestros, se larga el tío al anochecer al parque que está hecho unos zorros y se pone a pisar los nardos, luego se mea en ellos, como hace Fabra el Mafias en la sede de Izquierda Unida de Castellón y como le gustaba hacer al Zaplana después de montarse 745 veces con su jeta habitual en la noria de Terra Mítica. Nunca entenderé porqué Rouco tiene esa manía con los nardos, y no se ceba el tío con las hortensias, las alcachofas o los jodidos crisantemos que están a tiro cuando a ese tío le da por acercarse a Sevilla a dar rienda suelta al vicio de "voyeur" que le ha inculcado Pequeñín Cañizares, el cura mandamás de Toledo y sus cigarrales, tan aficionado él a ver el canalillo de las damas toledanas en la misa de doce del Corpus.

Me he enterado el otro día de casualidad, de viaje por los Madriles y después de ver a la Espe en calcetines. Lo que le jode a Rouco de los nardos es que el capullo del Kiko Arguello no ha puesto un puto nardo en las vidrieras espantosas que el pavo ha pintao en la Almudena y por las que se llevó una pasta, que utiliza en saraos varios a domicilio. El Kiko ha pintao de todo, casullas, monaguillos, capullos en actitud petitoria, pedigrís agilipollaos, palomos cojos, luciérnagas furiosas, calandrias resentidas, agapornis lubrantes, rododendros pata negra, estulticias amorosas, requiebros enfervorecidos. Pero nardos, no. Y eso Rouco es que no lo puede soportar, ya que cuando hizo la primera comunión en el desayuno le pusieron nardos en alcanfor y quedó tocado para siempre. Y es que te ponen en la primera comunión un nardo en alcanfor y acabas amargao, resentido y con mala hostia toda la puta vida. Por eso, después de cargarse los nardos en el Parque sevillano el muchacho se disfraza de nardo capuchino y le pueden dar hasta las tantas haciendo el gilipollas de la guisa de la foto que le sacó el Kiko en una noche de farra y ludibrio en los bajos fondos hispalenses.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Aznar ofrece a Bush ser portero de noche de la FAES


De esta guisa y circunstancia quedóse Chorchito Bush, también conocido como el macarra de Crawford, cuando a los veintiseis minutos de terminar la timba de Washington, y después de que el chico de Sonsoles se fuera con la silla pegada al culo por si acaso, Aznar le ofreció hacerse cargo de la vigilancia nocturna de la Farándula de Amargaos, Estreñidos y Siniestros (FAES para los de la banda) que, por lo visto, preside el tipo que compatibiliza un bigote lacio y viejo con una melena negra y bruñida con aceite de jamelga.

"Es que no me lo puedo creer. Hacer eso por mí. Es que no me lo merezco. Este Ánsar es hipermaravilloso. Le adoro", dicen que dijo Bush a Murdoch, que ya le habia comentado a la Condolezza que "mi capullito de alhelí" o "el que me limpia los zapatos y dice lo que yo quiero", como le llama al tal Aznar, iba a tener un gesto de puta madre con el señorito de Guantánamo, después de los favores que le habia hecho dejándole comer galletas, cortar árboles y poner las patas encima de la mesa como le habia enseñado su papá, que a su vez lo habia aprendido de Donald Rumsfeld cuando éste se la pelaba compulsivamente después de darse el pico con Sadam Hussein y los talibanes antes de que todos ellos fueran considerados unos hijos de puta a los que había que eliminar para distraer la atención.

Al enterarse Laura, esa abnegada dama que es capaz de darlo todo, menos el rosario de su madre, por su borrachín de otrora, no le hizo ninguna gracia. Más aún, la descompuso de tal forma que todavía con la bacinilla anda. "¿Pero cómo vas a ir de portero de noche con semejante cretino, que además le huele el sobaco y tiene una mujer experta en decir sandeces, y que no para de meterse los dedos en la nariz mientras se rie como las hienas?, Ni hablar. Tú a la FAEs no vas ni en pintura. Tú a cortar árboles, a comer galletas y a capar pollos, que se te da de puta madre". Pero Bush no se resignaba a tener que dedicarse a esas chorradas cuando, a pesar de las almorranas cerebrales que le aquejan, se daba cuenta de que en la FAES podía montarse unas juergas del copón y de paso resolver problemas de los que estaba hasta los huevos.

Por de pronto, le permitía evitar que los de Guantánamo le cosieran a hostias después de que Obama y sus parientes cerraran la cárcel que se habia montado para que el Cheney se forrara con la venta de pijamas y cadenas; también le permitiría llevar a toda la banda de los neocons, incluidas las suegras, a los Madriles, donde podrían estar a salvo cuando se descubrieran los chanchullos y corrupciones a las que se habian dedicado durante ocho años, con la posibilidad de destinar los beneficios de sus mordidas y comisiones al negocio de los sex shops que, aunque estaban de puta pena, podrían relanzar con las pelis sado-maso que se habian traido de Abu Graib y de otros sitios de los que tanto le gustaba a Bush hablar con Aznar, con Blair y sus respectivas maromas. Cuando se juntaban las tres parejas a ver esas atrocidades la juerga y el amachambramiento, como diría el Umbral, estaban garantizados.

Al escribir esta crónica, ese tontito de baba y bragueta al bies todavia se lo está pensando. Por eso lo advierto para que cuando a partir del 20 de Enero la banda de los Bush aterrice en Madrid para hacer de mamporreros de la FAES los madrileños y las madrileñas se guarden la cartera y las intimidades a buen recaudo, ya que se avecina una peste que puede hacer estragos en los altos, medios y bajos fondos de la capital. El que avisa no es traidor, ¿eh?

jueves, 20 de noviembre de 2008

Carmela ha perdido la razón con su nuevo zapatero


Pero es que no para de decir: "mi carro me lo robaron cuando en él yo más creia/mi lumbrera la apagaron cuando ya acababa el día". Está inconsolable y no sé que hacer. No para de dar saltitos en la playa pidiendo que venga Guerra. Lo he intentado todo, he llamado a Ruppert, a Güemes el de la Aguirre, a la cuñada de Fabra el de Güemes, a la Aguirre de Tamayo y Saez, al primo de Caldera, a la sobrina de Leire la Pajín... y nada. Es la hostia. Nadie me ha sabido dar después respuesta a mi desconsuelo cuando veo a mi Carmela comparando a su Zapatero con Chiquito de la Calzada y con el Paco Gandía.


Pero cuidao que es lista. Ya lo barruntaba cuando le compró la silla al Sarkozy pensando que se la habia regalao y que la iba a tener hasta que las ranas cantasen el Aleluja de Haendel. Un día, a las cuatro y doce de la madrugada, tras regresar de la depilación me dice: " Mi Zapatero se ha comprao una suela nueva y va a resbalar de cojones". "Que no, hostias", le dije yo, "que la suela no es nueva, que está recauchutada en un comercio de los chinos, que la han visto a la Sonsoles entrar a comprar cedés para recopilar las obras completas de Juanito Valderrama y de Antonio Molina que son sus ídolos desde que su Choseluis papaba moscas por el barrio húmedo de León sin tener ni puta idea de dónde iba a comprar el décimo de la Loteria, porque sabía el jodío que si no le tocaba la lotería iba a ir de culo y cuesta abajo". ¿O es cuesta arriba?. Joder, que me he hecho la picha un lío con esto de la Sonsoles y los chinos.


A final, caguenlaleche, he tenido que darle la razón a la Carmela, porque cada vez que oigo en Radio Pirenaica, conectada con el Canal Digital de la Babia en onda corta, que su Zapatero ama a Bush y a los Usa de la época de Bush, manda a tomar por culo la Ley de la Memoria Histórica, se pasa por los huevos la de la dependencia, dice que los trasvases son la rehostia cuando antes se la sudaban, invita a Corbacho a carajillo con el Botín, al que da las perras de los demás, dice al chorbo de la Bruni que si quiere que le limpia los congojos gratis y chorradas por el estilo, se me pone un comecome en el esternocleidomastoideo que me pone a ciento diez por lo menos. Menos mal que estoy pensando contratar un tapicero para que me prepare una silla de catorce metros cuadrados y veinticinco de altura desde la que contemplar al Choseluis darse la hostia cuando le quiten la silla de ventrílocuo que le han dado y tenga que invitar a los que se la han prestado por unos dias a botillo del Bierzo aderezado con habichuelas insustanciales de Nueva Caledonia, esquina Valencia de Don Juan, que no hay dios que las aguante. Mañana me compro unos zapatos nuevos y a la mierda con los que me empeñé el 14 M.

viernes, 14 de noviembre de 2008

En la cumbre de Washington van a echar de menos las almejas de Cazorla


Cuando Bush entró en la sala llena de sillas donde se colgaban las 843 delegaciones asistentes a la jodida cumbre del G1050 para tratar de imponer la cría de la cochinilla como alternativa a la crisis económica, no podía imaginarse que se le iban a terminar los canapés de búfala que le habia preparado Condoleza para que tanto cretino dejara de decir paridas y comenzase a soltar la pasta para la colecta del Dia de Acción de Gracias que se avecinaba y que este año todos, incluyendo Rajoy y señora, consideraban un coñazo de puta madre.

Se habia echado la noche y los generadores no conseguían dar la luz suficiente para impedir que Sarkozy dejase de meter mano a todo ser femenino que aparecía por allí y para que Berlusconi, que desde el primer momento llevaba un pedo de cazalla peleona que le impedia atarse los cordones de los zapatos, pudiera ajustarse el peluquín y evitar el pestilente olor a criadillas que le afloraba de los sobacos y que provocaba que a su alrededor sólo pudieran sentarse los representantes de Nauru y de la Guayana francesa. "Todo un espectáculo", se dijo para sí el sr. Rodriguez Zapatero, que habia intervenido durante cuatro segundos y medio y que habia encargado al gilipollas de Miguel Sebastián que le envolviese la silla en la que habia estado encaramado para que no se la volviesen a quitar en la puta vida.

Ya se daba por satisfecho el chico de León, por lo que, ni corto ni perezoso, se puso a pelar un plátano mientras intervenía el delegado de Ruanda-Burundi, que durante el desayuno se habia hecho muy amigo de la prima de Laura Bush que habia ido pidiendo recomendaciones para abrir una sala de karaoke en Des Moines, después de haber jodido el negocio del marido con las tragaperras que se habia traido del pueblo, bien aconsejada por su padre que era marino profesional.

La cumbre estaba alicaida de cojones y no habia forma de levantarla. Hasta que en un momento determinado apareció por allí Chelsea Clinton y empezó a cantar un pasodoble, mezclado con rancheras y bossa-nova, que levantó la moral de los presentes. Tanto, tanto que todavía siguen con la moral alta y con otras cosas también altas a la espera de que lleguen los miembros del G743 y se monte una bacanal de la hostia, como preludio de la que tendrá lugar la próxima semana en Argamasilla de Alba. El descojone, tú. Se dijo para sí Rodriguez Zapatero sin darse cuenta de que le estaban robando la silla los de Swazilandia.

jueves, 13 de noviembre de 2008

En los bares de Irún ya no quedan bocatas calamares


Menuda la que se ha montado en Irún con el pago de los autobuses que llevaban a 235.543 iruñeses a ver el partido con el Madrid ese que no vale ni lo que costó bautizarlo. Habian preparado todos los billetes con una perfección que para sí la quisiera la Unión y el Fénix aquella que se fue a pique, dejando un pufo tremendo, y a las cuatro menos cuarto se pusieron a la venta, incluida la comisión del bar la Perla del Cantábrico encargada de venderlas a 178 euros cada billete. Se organizó la de dios es cristo. Mas de millón y medio de iruñeses formaron una cola de 23 kilómetros, todo muy a lo vasco fronterizo, para comprar los jodidos boletos, que además no se veia nada de lo que ponían. La gente se empezó a cabrear, no habia dónde sentarse, hacía un frio de la hostia, y, lo que es más grave, llegó uno de Talavera de la Reina, que llevaba en Irún como quince días, agarró todos los boletos y a tomar por culo. Se los llevó al pueblo de al lado para revenderlos y poder pagar así la hipoteca.

El tio era más listo que el hambre. Habia estudiado en los Escolapios de Calatayud con aprobao raspado, pero habia entrado a trabajar en la cocina y se habia puesto las botas preparando botillo del Bierzo, que gustaba a los curas lo que no está escrito. Al final, le hicieron ingeniero y le mandaron a trabajar a la Philips de Eindhoven, donde hizo un curriculum de la hostia, se casó con la sobrina del alcalde, que era un gilipollas de mucho cuidao, y se vino para Irún donde montó una copistería, que imprime en cuatro dimensiones. Acojonante, tú. De lo mejorcito de Talavera de la Reina y Rentería.

Menos mal que al final los de Irún eliminaron al Madrid de la Copa y pudieron quitarse la espina de los jodidos boletos, que si no, a la vuelta del partido hubieran montao un "alarde" del copón para poner al de Talavera en su sitio, es decir, en la puta calle comiendo bocatas calamares hasta que le diera el moquillo.

martes, 11 de noviembre de 2008

Cuanto más me mira silenciosa menos siento el arco iris


Con mi capacidad de persuasión habitual insistí una y otra vez en que no era posible arreglar el carburador del coche sin habernos quitado antes el traje de gala supergrande que habiamos llevado a la ópera. El mio era verde oliva y parecía al comandante en jefe. Pero no sé qué coño le pasa a esta mujer que cuando le hablan de carburador, de cigüeñal y de manubrio se pone a dar gritos como una descosida, sin importarle el color de la alfombra en la que poco antes habiamos cantado La Cumparsita, que me la sé de memoria desde que a mi prima Gertru le tocó la lotería y se lo gastó todo en cremas para el cutis. Yo era incapaz de meter mano al carburador sin antes haber hecho las preceptivas genuflexiones que a mi primo Sinardo y a mi nos enseñaron los hermanos Paúles al dia siguiente de hacer la primera comunión.

Aún recuerdo a mi primo tocarse los huevos, con más parsimonia de la que utiliza para lo propio el cretino de Berlusconi cuando saca la recortada, mientras el Padre Junquillo nos enseñaba que a las chicas, más que meterles mano, lo que habia que hacer era enseñarles los misterios gozosos del rosario y la letanía de atrás palante. "Joder", dijo mi primo, "yo cuando llego a
Turris davidica o a Turris ebúrnea, dependiendo de la hora, se me hace la picha un lío y me cuesta mucho seguir". Mi primo es gilipollas, pensé yo para mis reconcovecos, a quién se le ocurre pararse ahí, con lo fácil que es llegar a Consolatrix aflictorum, que está a medio camino y saltándose lo de Refugium pecatorum, que a mi siempre me la ha sudado bastante, coger carrerilla y llegar al Kyrie Eleison justo cuando salen los futbolistas del colegio de al lado a comerse el bocata nocilla con guindilla y todo.

En estas cosas estaba yo pensando, cuando vi a Carmela subida encima del remolque mirando al arco iris con el catalejo que mi primo habia comprado en Escatrón cuando estuvo allí haciendo la mili, y que le habia salido por un ojo de la cara porque no tenia ni puta idea de capones y por eso se lo vendieron más caro que la hostia. Y la carmela, que cuando aparece un arco iris manda el carburador a tomar por el culo, empezó a dar saltos mientras entonaba las letanías empezando por aquella de Regina sine labe originale concepta, que a mi siempre me ha parecido bastante surrealista porque me recuerda a los buñuelos que comprábamos después de hacer el amor en la trastienda del bar Cafarnáum de Canillejas. Qué tiempos, tío.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Por cantar a destiempo me llaman cantamañanas


Cuidao que se lo tengo dicho. Cada dia, a las 8 y veintidós, cuando me entero de que la borrasca se ha ido a tomar por el culo o amenaza, rauda e implacable, a los algarrobos de Cocentaina, se lo digo con una contundencia que asusta: "No creas que porque canto tengo el corazón alegre, que soy como el somormujo que, si no canta, no sabe que hacer". Y ella ni puto caso. Erre que erre. Que si cantas tienes que estar contento, que porqué no cantas hoy aquella que tanto me cantabas cuando haciamos el amor en aquel motel de Navalcarnero, que si te acuerdas de la canción de la mili que ponia a parir al subteniente Moralejo.

Joder, es que no hay forma de ponerse los calcetines con tanto rollo. Con lo que me gusta a mi ponerme los calcetines a cámara lenta, como quien no quiere la cosa, de abajo arriba para luego bajar un poco como si estuviéramos repasando la tabla del ocho, que era jodida de cojones. Y ahora que me la sé de puta madre, va esta tia y me dice que ya no sirve para nada porque lo que mola ahora es multiplicar por 7,2. Nos ha jodido mayo. La verdad es que a mi los decimales nunca me han gustado mucho, sobre todo si son de un solo digito, porque si fueran de tres como que te queda más completa la prueba del nueve, en la que soy uno de los mejores especialistas de mi promoción.

En todas estas preocupaciones estaba cuando me dispuse a ir al mingitorio, que es donde realmente me entusiamar cantar ese pedazo de repertorio que me guardo para las ocasiones. La verdad que, y Carmela lo sabe, soy incapaz de ponerme los zapatos y de rematar la prueba del nueve antes de emprender la jornada con el carro de limpieza del Ayuntamiento sin previamente hacer un buen desagüe. Y mira por dónde cuando más dispuesto estaba a efectuar el equilibrio hídrico que las circunstancias exigen hacen su aparición en el excusado una tropa de marchamalas que estaban buenísimas y entre las que, de pronto, una se pone a indagar en la initimidad como si estuviese ante las cataratas del Niágara. Hostia, tío, menuda emoción. Si el Bush se encontrase en una situación como ésta, mandaba a la Laura a compartir con la Sarah Palin el grupo de majorettes de Sausalito. Mientras tanto, el menda, una vez cumplida la faena, agarró la escoba con un poderío de padre y muy señor mío.

jueves, 6 de noviembre de 2008

No permitas que las ronchas te estropeen el minué a medianoche

Me he encontrado esta tarde en el guarnicionero con una paisana de la sobrina nieta de Carmela que tiene un pedazo blog, que se llama "Al más puro estilo Bridget Jones". La hostia de superdiseño. No se atrevía a hablarme, porque todavia no me habia quitado la bufanda y el moquillo aparecía en mi apéndice nasal como estalactita monocromática. Cuando le he dicho que habia desayunado cangrejos al alioli, se ha animado la conversación y nos hemos puesto a cantar "Asturias, patria querida", que yo suelo entonar en do menor porque todo lo que venga de Albacete es que me chifla.

A lo que iba, la bloguera, que era guapa hasta decir soooooooooo, se me quejaba de que tenía unas ronchas perifaciales, que le iban a impedir bailar el minué en un baile organizado por la Asociación de Guadamacileros del Nervión, con sede en Calatorao. La hostia de preocupada estaba la buena moza, de la Finojosa. Joder, me dije sin recato alguno mientras me sacudía el moquillo con el periódico que tenía a la diestra mientras con la siniestra hacia la quiniela. No es posible que no pueda bailar el polisón con ese bellezón que tiene. Entonces, voy, y tras pedir permiso a la dueña de la guarnicionería, llamada Sonsi, de Sonsoles, le di el remedio que Carmela me recomienda para cuando me salen sabañones.

Mira, bloguera de organdí, le proferí, para quitarte las ronchas no hay como la berenjena a la vinagreta, bien rociada con cilantro y salsa de ajonjolí. Lo pones todo en la turmix o en el mortero. Luego enciendes la turmix o coges el palo del mortero pa machacar. Cuando esté todo bien machacao, lo tiras a la basura porque es una puta mierda y mientras ves como se mezcla con el resto de la basura, te preparas un bocata de chistorra con mejillones, bien regao con dos litros y cuarto de zumo de limón, y a las 23 horas las ronchas han desaparecido. Mano de santo, cielo. Esta noche o dentro de catorce días o cuando coño sea, vas a arrasar en el baile y a más de nueve se les van a poner los michelines en posición de firmes. Y si no, al tiempo

Las libélulas de mi jardín saben latín


La primera vez que vi florecer los rododendros de mi vecina me cogí un cabreo de la hostia. Con lo cretina que es la tía, con lo mal que huele su casa, con lo calzonazos y tontolculo que es el marido, ¿cómo es posible que los rododendros no se le sequen de una puta vez?. Algo les tiene que hacer, me dice Carmela, que también piensa que la vecina no se merece un exitazo de ese calibre. Luego vas a la tienda de Sammy y te encuentras a todo cristo hablando de los putos rododendros. Yo no lo soporto. Por eso, en cuanto compro tres lonchas de salami, una mandarina y catorce barras de pan, me marcho de allí cagando hostias para evitar que me den la vara con ese tema tan insoportable. La próxima vez que oiga hablar de los rododendros me voy a liar a hostias y el barrio se va a enterar de quien es el colega de la Carmela.

Menos mal que puedo presumir de libélulas, que si no era como para coger una depre de puta madre. Y que conste que a mi las depres me las paso por donde no todos saben. Nadie tiene unas libélulas en su jardín como yo. Vistosas, llenas de colorines, más alegres que El Puma, dispuestas a todo por un servidor, algo mariconas y amables que no veas. Cada vez que viene alguien a verme, aunque no venga nadie, se le echan encima, se le meten por los agujeros corporales, le cantan saetas mucho mejores que esos petardos de Sevilla y a los que van vestidos con chalecos antibalas, que quitan bastante el frío y molan un huevo, les recitan los poemas de Virgilio en auténtico latín de Herculano. Hay dos que sólo recitan a Juvenal, porque son muy suyas. Pero a éstas les voy a dar dos hostias y que se vayan a dar el coñazo a los rododendros de la vecina. He dicho

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Carmela me ha dicho que no cree en el Arcángel San Gabriel


Y estoy desolao. A mi no puede hacerme eso, a mí que la llevo todos los dias en la bici a la pescadería. Pero yo sí que creo, porque le he visto y además muchas veces, incluso en Adviento. Sin ir más lejos ahí teneis en la foto al Arcángel San Gabriel , a la hora del bocadillo, dándose el pico con Jacinto. Pa que luego diga la Carmela que no existe, no te jode....

Yo en lo que no creo es en los Querubines, que me parece que son bastante poco creibles en sus atributos ancestrales y contemporáneos. En el Congreso que hubo hace poco en Valencia de Don Juan sobre los Querubines, cada vez estaba más claro que estos cabrones han acabado usurpando el territorio de los Serafines y las Potestades, que están de puta pena cada vez que llueve en Almería, que es donde se les considera a base de bien, porque les han dedicado una calle muy céntrica y no hay forma de llevárselos a Turégano que es donde debieran estar y donde además el ayuntamiento les ha puesto un piso acojonante, con vistas al vertedero. Un lujazo, tú.

A ese Congreso asistí yo más contento que unas castañuelas porque me habia preparado un poster de puta madre para demostrar mi teoría sobre los Querubines usurpadores con reminiscencias medievales e influjos normandos, y estaba a punto de largar mi rollo, con poverpoint y todo, cuando en esto que apareció el sargento de la guardia civil, un armario de cuerpo y medio al que le acababan de operar de molares, diciendo que ni querubines ni hostias, que lo que habia que analizar es la situación del Arcángel San Gabriel. Joder, me dije por lo bajines. Esto lo han montado la Carmela y su madre pa joderme la disertación. Y me la jodieron, pero no me preocupa porque me han dicho que se va a publicar, íntegra y en formato superdigital, en el boletín internacional de la parroquia de San Carlos Borromeo, sita en Canillejas. Menos mal. Menudo peso que me he quitao.

Obama se lo debe todo al brócoli


"Me lo decía mi abuelita, me lo decía mi mamá, me lo dijeron muchas veces... y yo no les hice caso". Asi se pronunciaba esta madrugada Barack Obama, Baoma para los amigos, cuando le preguntaron a quien quería dedicar uno de los discos de cumpleaños que ponia a disposición de los radioyentes la emisora de Wichita porque sabia que a Obama le gustaba mucho desear cumpleaños feliz con música de Los Cinco Latinos, que ya es acojonante la cosa, digo para mis adentros. Como es un chico tímido, se lo dedicó a Gervasio, el frutero de la esquina de Chicago que le surtía de brócoli a mansalva cuando iba al colegio y pasaba por allí de vuelta a casa.

No os haceis ni idea de cómo le gusta el brócoli a Baoma. Desayuno, comida y cena, además de la merienda de las seis, que hay otra a las siete y diez, se los pasaba untando el brócoli con margarina y crema de cacahuete mojón, que su tía Sunny le habia enseñado a preparar después de una estancia turística en Canarias de cuando le tocó en un premio de la radio. Por lo visto, el chico ha salido listo y, segun cuentan, le han legido para presidir algo de alguna importancia. Ya os lo advierto. Preparáos, yankies y yankas, cuando el Obama se propone una cosa es que la consigue, y si se ha propuesto imponer el brócoli como obligatorio para obtener plaza en la escuela, en el autobús o en la bolera, no es quepa la menor duda que vais a acabar del brócoli y del Obama hasta los mismos huevos.

martes, 4 de noviembre de 2008

De cuando Mefistófeles buscaba curro chollo y se decidió por la política

Me encontré con Mefistófeles y no me reconoció. A mi me costó también descubrir que era él. Estaba más delgado, la barba encanecida, los pantalones medio raidos, olia a sudor y el masticar tanto tabaco le habia puesto los dientes amarillos y algo desagradables, aunque a él todo eso se la sudaba, porque ya estaba de vuelta de todo. Se daba un aire al siniestro y resentido de Hermann Terscht ese, al que la Esperanza Achirre, más conocida por sus regüeldos a media tarde, le ha puesto un chiringuito para decir gelipolleces que causan vergüenza ajena, aunque mientras le den pasta y le alaben sus chorradas a él todo eso se la suda.

Admitió el Mefis que no tenía un real, que el negocio de las componendas con los pintores y los afiladores, bastante cabrones en su modesto entender, estaba de capa caida, y que a estas alturas pocas cosas era capaz de aprender porque la mente se le habia quedado atrofiada desde aquella vez en que entró en tratos con Federico Chupamuelas y le dejó como el gallo de Marón, aunque la venganza de Mefis no se hizo esperar: un dia de Mayo, cuando comenzaba a apretar la calor, le pinchó la rueda delantera de la moto cuando se largaba a 220 y la hostia que se metió es como para no contarla, de jodida que es. Yo siempre he tenido mucho cuidado en no enemistarme con Mefistófeles, por lo que pudiera pasar y porque cuando se le hinchan las pelotas es como estar a doscientas millas por lo menos. Pero aquella tarde en que lo encontré, estaba tan alicaido que me dio pena. Le invité a un carajillo en la churrería del bar Plesioantosaurio, que se ha remozado bastante desde que a Lourditas, la dueña, le tocó la Lotería en Santurze.

Después del carajillo, y ya con los coloretes asomándole a la cara, Mefis me reconoció que lo que andaba buscando era un curro fácil, una mamonada de trabajo, con ocho meses de vacaciones pagadas, que le permitiera llega a fin de mes, echar un polvo de vez en cuando y escribir poesías en los ratos libres. Me preguntó que qué me parecía la política para empezar a salir del atolladero, porque un pariente suyo de Loeches era concejal y se habia forrao. Le comenté aquello que me dijo Carmela el dia de mi cumpleaños. Ya no me acuerdo muy bien lo que me dijo, pero fue algo así como que si te metes de concejal puedes llegar a ser secretario general del partido que se te ponga en los huevos, que hace falta gente espabilada, y que Mefis lo es. Ya creo que lo es. Si lo sabré yo.

Siempre he odiado la madreselva en el estofado

El color de tus entrañas resulta desconcertante. Nunca he sabido descifrar lo que se esconde por debajo de tu esternón, siempre erguido y a la luz de los candiles. Me parece que, cuando me ves llegar, Carmela, no eres consciente de lo mucho que deseo estar contigo, de la cantidad de soliloquios que me he largado con anterioridad a nuestro encuentro. Créeme que lo ansío, que anhelo verte en esa de bata de boatiné, que te regaló tu prima Suspirancia cuando se acordó de nosotros en nuestra noche de bodas, aunque nunca se enteró que no llegamos a casarnos. En la penumbra de mi cuarto intuyo rumores apagados, que me saben a delirio de madreselva en flor.
Y tu sabes que odio la madreselva desde que vendieron la casa del abuelo por cuatro duros aquellos cabrones de mis tíos, que no sabían mover el cubo de Ruby ni a la de tres. Créeme, Carmela, cuando me prepares el estofado de contraviesa no pongas en el plato nada que me recuerde a la madreselva de la casa del abuelo. ¿Vale?. Si lo haces, compraré ese aspirador que tanto odias.

El placer de no saber dónde se está

He recorrido el largo trecho que me separa de Castronovo, y confieso que en ese recorrido he experimentado el placer de no saber dónde estaba. Recrearme en la confusión no ha sido nunca lo mio, ni tampoco lo he pretendido a pesar de que Carmela no paraba de insistirme en que era mejor no saber dónde estaba que estar donde no debía. Nunca le hice caso hasta que me compré el sombrero de copa, que exigian para ir a la boda de mi prima de Portugalda.
Al ponerme el sombrero, que me quedaba grande, sentí la sensación de que levitaba en la trastera del patio de toda la vida, aunque era la primera vez que lo veía, y comprobé que estaba hecho una mierda. Se lo comenté a Carmela, que andaba depilándose la ingle, y no dijo nada. Carmela no dice nada cuando tiene algo que decir. Si no tiene algo que decir, lo dice. Menuda es Carmela con sus obsesiones y con sus depilaciones.

lunes, 3 de noviembre de 2008

En el mundo ya no quedan verdaderas amapolas

Me dijiste que te llevara amapolas cuando saliera a la loma. He visto la loma pelada y nadie sabia porqué. He querido preguntar pero no habia nadie. Todos se habian marchado a la feria de la nada. Bajé al valle a buscar las amapolas, y me encontré a la suegra del pastor. Las amapolas hace tiempo que se mustiaron, me dijo la mujer que no llegaba con los pies al suelo. ¿Y porqué se mustiaron?, le pregunté yo. Porque no tenían con quien hablar, y usted sabe que las amapolas, si no hablan, no consiguen despertar, porque tienen una sustancia que las adormece y las impide saludar a las nubes que vienen por el monte de Grañosera.

Yo le recordé a la suegra del pastor la cantidad de veces que mi padre y yo bajamos del monte repletos de amapolas de todos los colores. ¿De todos los colores?,
dijo la vieja. Sí, le contesté, las habia verdes, amarillas, moradas y hasta rubicundas. No es posible, las amapolas siempre han sido rojas. No, no, no. Las amapolas verdaderas se llenan de colores cuando consiguen hablar con alguien, con quien sea, y si además vienen de Gormaz, que se sale del mapa para entrar en la alcancía, entonces cantan el Allelujah de Pachelbel, porque es el que mejor supo escribir sus notas para que las amapolas se despertaran de sus puñeteras adormideras. Entonces dejan de ser vagas y se tiran unas risas que te cagas.

Has sido cruel conmigo desde antes de conocerte


¿Sabrías decirme lo que te atormenta?, ¿acaso has pensado que por no levantar la cabeza, el sol va a tardar en salir?. Pero, quién te has creido que eres para permitirte tantos lujos y esbozar una sonrisa que no parece la tuya, ni por asomo. Te he conocido en Burlidia y he sentido como nadie los mensajes que querias transmitirme sin levantar la vista del suelo. Eran mensajes duros, impropios de tu forma de ser, que siempre intuí benévola con mis extravagancias, sensible ante mis deslices, transigente cuando disentías de mis rumbos alocados.

Carmela, ¿eres tú?, ¿estás ahí?. Te siento pero no te reconozco.

He mirado al suelo y lo he visto todo. Me he dado cuenta de que lo que te gustan son las trufas y por eso has preferido esquivarme hasta la primavera.

Lo sé