Abro este blog para que os enteréis de lo que es bueno. Espero vuestra confianza a machamartillo. Que nadie defraude a nadie, que resplandezcan el pleonasmo,la metonimia sincrética y el tropo resultón, y que tanto las luces del alba como las del ocaso nos sirvan para iluminar aunque estemos en los antípodas. Si lo sabes tú, si lo sabe él, si lo sabéis todos; entonces ¿porqué no brindamos por las auroras boreales?, ¿porqué no comprobamos de qué color es la rosa del azafrán?.
martes, 11 de noviembre de 2008
Cuanto más me mira silenciosa menos siento el arco iris
Con mi capacidad de persuasión habitual insistí una y otra vez en que no era posible arreglar el carburador del coche sin habernos quitado antes el traje de gala supergrande que habiamos llevado a la ópera. El mio era verde oliva y parecía al comandante en jefe. Pero no sé qué coño le pasa a esta mujer que cuando le hablan de carburador, de cigüeñal y de manubrio se pone a dar gritos como una descosida, sin importarle el color de la alfombra en la que poco antes habiamos cantado La Cumparsita, que me la sé de memoria desde que a mi prima Gertru le tocó la lotería y se lo gastó todo en cremas para el cutis. Yo era incapaz de meter mano al carburador sin antes haber hecho las preceptivas genuflexiones que a mi primo Sinardo y a mi nos enseñaron los hermanos Paúles al dia siguiente de hacer la primera comunión.
Aún recuerdo a mi primo tocarse los huevos, con más parsimonia de la que utiliza para lo propio el cretino de Berlusconi cuando saca la recortada, mientras el Padre Junquillo nos enseñaba que a las chicas, más que meterles mano, lo que habia que hacer era enseñarles los misterios gozosos del rosario y la letanía de atrás palante. "Joder", dijo mi primo, "yo cuando llego a Turris davidica o a Turris ebúrnea, dependiendo de la hora, se me hace la picha un lío y me cuesta mucho seguir". Mi primo es gilipollas, pensé yo para mis reconcovecos, a quién se le ocurre pararse ahí, con lo fácil que es llegar a Consolatrix aflictorum, que está a medio camino y saltándose lo de Refugium pecatorum, que a mi siempre me la ha sudado bastante, coger carrerilla y llegar al Kyrie Eleison justo cuando salen los futbolistas del colegio de al lado a comerse el bocata nocilla con guindilla y todo.
En estas cosas estaba yo pensando, cuando vi a Carmela subida encima del remolque mirando al arco iris con el catalejo que mi primo habia comprado en Escatrón cuando estuvo allí haciendo la mili, y que le habia salido por un ojo de la cara porque no tenia ni puta idea de capones y por eso se lo vendieron más caro que la hostia. Y la carmela, que cuando aparece un arco iris manda el carburador a tomar por el culo, empezó a dar saltos mientras entonaba las letanías empezando por aquella de Regina sine labe originale concepta, que a mi siempre me ha parecido bastante surrealista porque me recuerda a los buñuelos que comprábamos después de hacer el amor en la trastienda del bar Cafarnáum de Canillejas. Qué tiempos, tío.
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4 comentarios:
Si es que el arcoiris atonta a cualquiera y total, el carburador como la junta de la trocola pueden esperar...
No sé si reir o llorar... pero se agradecería un director de orquesta en esta locura escénica.
y eso de copiar y repetir el mismo comentario..... no,no,no,no
Mira, Bipolar, a ver si te aclaras que haces unas observaciones que no se pueden coger ni con pinzas. Hablame de Karajan y déjate de hostias. Y en cuanto a lo del comentario, indícame donde porque creo que lo has soñao o estás con la resaca, eh?
Y menos mal que todo acabo bien no como el rosario de la aurora (fabuloso)
abrazos.
Marina pastor
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